PRIMEROS PASOS.

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Esta deliciosa escena la pintó este genio post-impresionista cuando se enteró de que su cuñada esperaba un hijo y le pensaba poner de nombre Vincent, como él. Lleno de ilusión y optimismo, aunque también con cierto recelo ante la posibilidad de perder algo de la atención de su hermano Theo, Van Gogh pinta el aprendizaje de un niñito de sus primeros pasos, ayudado amorosamente de sus progenitoras. El padre abandona un momento su tarea en la huerta (carretilla, pala, rastrillo) para recibir con los brazos abiertos a la criatura que está a punto de soltarse de los brazos de la madre. Debe recorrer unos pasitos por sí solo hasta llegar a su destino, si no se cae antes.

La poderosa luz solar ilumina el escenario campestre con tonos amarillos y verdes predominantemente. La pincelada, como siempre en este pintor es pastosa y contundente.

NOCHE ESTRELLADA SOBRE EL RÓDANO

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Otra representación nocturna bellísima donde las estrellas e incluso las luces artificiales se convierten en protagonistas de la escena. Podemos ver una curva del Ródano en la ciudad de Arles, cuyas luces se reflejan en las negras aguas del río y en primer término una pareja que pasea por la orilla. Dos barquitos con mástiles están fondeados en la orilla cercana. Resulta fascinante percatarse de cómo Van Gogh consigue pintar los brillos luminosos y los reflejos mediante pinceladas gruesas y colorido muy seleccionado. Concretamente el color predominante no es el azul oscuro, sino un tono verdoso oscuro en contraposición al amarillo estridente de las luces y sus reflejos.

GRANJA DE PROVENZA.

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El paisaje rural tradicional de la Provenza francesa es protagonista de esta relajante vista de Van Gogh realizada durante su estancia en esta región del Mediterráneo francés. Una senda conduce a una puerta metálica encuadrada entre pilares y un murete curvo emboca hacia esa entrada. Trigales y flores silvestres jalonan el primer término, donde un campesino se encuentra de espaldas a nosotros realizando las labores agrícolas. Las casas de la granja aparecen detrás rodeadas por grandes amontonamientos de heno.

Las pinceladas no son homogéneas, las hay grandes y densas en las amapolas y pequeñas y puntiformes en los árboles del fondo.

BANCOS DE FLORES EN HOLANDA.

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Una explosión de color ocurre en estas granjas holandesas dedicadas al cultivo de tulipanes, la flor de los Países Bajos por antonomasia, y algunas otras especies. Cada sector presenta un color diferente, rosa, rojo, blando, amarillo, azul, violeta, y el conjunto resultante es de una belleza indescriptible. El campesino que cuida esta maravilla aparece en un segundo plano, andando entre las flores con un gorro negro y una herramienta en los brazos. El contraste es fuerte entre el cielo gris plomizo y poco luminoso de Holanda y el poderoso muestrario cromático desplegado por las flores. No obstante, lo único verdaderamente en sombra son las granjas ya que en el horizonte adivinamos la luz del sol al atardecer.

CAMPO DE TRIGO.

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Protagonismo en primer plano de unas gavillas recogidas de trigo y al fondo el campo a punto para la siega. El radiante amarillo de Van Gogh significa optimismo y en conjunción con las espirales y curvas produce una agradable sensación pictórica.

El cielo azul con algunas nubes queda al fondo y tan empequeñecido como las casas y los árboles. Al igual que otros paisajes de este autor, estos campos pertenecen a la Provenza francesa, lugar luminoso y mediterráneo que inspiró a este holandés acostumbrado a los paisajes de su tierra, mucho más oscuros.