EDUARD MUNCH.

Autor noruego nacido en 1863 y fallecido en 1944.Es el más conocido representante del expresionismo, movimiento artístico de la primera mitad del XX caracterizado por los colores vivos y chirriantes, las líneas curvas y helicoidales y escenas de gran contenido emocional, generalmente pesimista, donde la persona muestra sus preocupaciones y temores.

El expresionismo, cuyas raíces arrancan con el genial Goya, tuvo mucho éxito en los países nórdicos y en Alemania; sin embargo en el ámbito mediterráneo, más optimista y vital, los cuadros expresionistas nos resultan demasiado sombríos e inquietantes. No se trata de reflejar la realidad, sino de distorsionarla para que el espectador extraiga una visión extraña de la misma, podemos identificar lo que aparece en los cuadros de Munch pero enseguida nos damos cuenta de las modificaciones subjetivas introducidas por el pintor para alterar la realidad de tal modo, que nos produce un cierto desasosiego su contemplación.

LA TORMENTA.

LA TORMENTA.

La furia desatada de la naturaleza amenaza a unos desvalidos seres que están impotentes ante los poderes naturales. Es de noche, sopla fuerte el viento y la tormenta se avecina. Las luces de las ventanas de la casa resultan un refugio acogedor frente a la hostilidad de la naturaleza pero los seres misteriosos que andan por el campo no se dirigen hacia la protección que les brindaría la casa sino, justo en sentido contrario. Inquietud y angustia muestran de esta forma ante el futuro.

EN EL PUENTE.

EN EL PUENTE.

Colorista composición con tres muchachas asomadas a un puente sobre un riachuelo en una pequeña población.

Como siempre en este pintor no hay comunicación entre los seres humanos, están aislados y se enfrentan al entorno con angustia. Resultan muy atractivos los vivos colores de los vestidos de las chicas, así como el bello contraste del cielo claro y los sombreados árboles y tejados. Las líneas sinuosas, a veces mareantes de Munch , recrean un ambiente de cierta angustia, como si de una pesadilla se tratase. Las chicas no hablan, no se comunican, solamente observan en silencio, reflexionan sobre el sentido de la existencia, o sobre las contradicciones de la vida, o sobre la soledad....

CHICA EN EL PUENTE.

CHICA EN EL PUENTE.

Esta escena parece ser la continuación de la anterior cuando una de las adolescentes, la más próxima a nosotros y vestida de blanco, se da la vuelta dejando de mirar la corriente de agua y concentrándose en sus pensamientos. Tiene la típica mirada que ponemos cuando miramos sin ver, cuando nuestra mente está ausente del entorno inmediato y se concentra absorta en otras ideas o situaciones lejanas. Es una mirada distraída, perdida, de meditación. De nuevo la soledad, la angustia vital y el pesimismo. El colorido es, también aquí, de una viveza espectacular.

EL GRITO. (1893).

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Este famosísimo cuadro es lo más expresivo de toda la pintura contemporánea. Refleja el temor ante el cambio de siglo y la tensa situación internacional que vivía Europa por aquellos tiempos. También refleja los temores y angustias existenciales del propio Munich tales como su relación amor-odio con las mujeres, la reciente muerte de su madre y sus tendencias sicológicas depresivas.

En el fiordo de Oslo, al borde del agua, una mujer cuyo rostro semeja una calavera se aprieta las manos contra la cara como signo de angustia y desesperación. Los colores chillones y las distorsiones de las líneas crean una atmósfera agobiante y opresiva, una muestra de la soledad del ser humano y su pesimismo frente a las adversidades. En un segundo plano aparecen otras dos personas frías y distantes como queriendo significar que el prójimo no nos ayuda en los momentos de desesperación.

El castillo de Akersus y los barquitos completan la inquietante composición mientras el color rojo predominante aporta una dosis extra de angustia y peligro que acentúa el tono sombrío del cuadro. Ese cielo encendido y esos torbellinos parecen envolver amenazadoramente a la persona que grita ya que se siente amenazada y oprimida.

Toda la escena parece sacada de una pesadilla delirante de la que cualquiera desearía despertar cuanto antes.

MADONNA.

MADONNA.

Espectacular y sensual desnudo femenino que sin embargo está rodeado de una atmósfera no muy tranquilizante. El cuerpo nos atrae pero hay algo que nos angustia, es el fondo con sus colores y sus líneas distorsionadas.

Al igual que casi todos los personajes de Munch, la cara es algo demacrada, excesivamente delgada y con los ojos hundidos. No podemos recrearnos en la belleza de la modelo porque el pesimismo y la soledad opresiva se adueñan de la escena.

Colores arbitrarios y líneas en espiral son muy frecuentes en el expresionismo en general y en el de Munch en particular.